La globalización también alcanza a la salud. La alimentación, en su aspecto básico que incide de manera directa en la salud de las personas, tampoco ha podido sustraerse a los efectos globalizadores. De ahí que, junto con la universalización de la información a través de las nuevas tecnologías aplicadas a la comunicación social, los efectos de las crisis alimentarias suelen generar una relevante alarma social que trasciende fronteras y ésta, al sumir a los consumidores en un estado de temor ó cuando menos de incertidumbre, no sólo provoca sensibles desequilibrios en los mercados sino que obliga a la aplicación, por parte de las correspondientes administraciones públicas de los países afectados, directa o potencialmente, de toda una serie de medidas conducentes al control de la crisis, por regla general mediante el establecimiento de “cordones sanitariosâ€�, así como a la minoración de sus efectos posteriores en cuanto a la generación de conductas de carácter inhibidor o freno en el comportamiento de los consumidores. Es en este aspecto de la gestión de éste tipo de crisis donde la comunicación alcanza un importante valor en su concepción estratégica, no simplemente operativa, basada en los modelos proactivos. En la última década del pasado siglo las crisis alimentarias, con proyección globalizadora, cobraron un especial protagonismo y entre ellas se considera a la denominada Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB) o “Mal de las vacas locasâ€� como paradigmática en cuanto a su gestión desde el plano de la comunicación y concretamente en el análisis del caso español que se presenta a modo de modelo contrapuesto a la concepción sistémica de la comunicación, puesta de relieve en la orientación de la Nueva Teoría Estratégica, y el valor de la misma, consecuencia del pensamiento estratégico, en la resolución de este tipo de crisis.

Globalization also reaches many fields as healthcare. Nutrition is a basic aspect which affects directly to people health, and which is also included into the globalization effects. So, effects of health crisis because of food, could generate an important social alarm which is expandible to many countries. This problematic situation generates a lot of uncertainty and people feel scared.  Markets operators have serious problems to keep calm and public administrations of countries which are affected, have to take measures to control the effects of the crisis. In this situation, communication policies are very important not only from an operative side; it is also important as an strategic conception, led by pro-active models.
During 90s, at the end of the last century, there were some internal health crisis which also were worldwide exposure. The most relevant example of this situation was “mad cow disease� or  BSE (bovine spongiform encephalopathy), a case study for its communication aspects and more precisely in Spain.  'Mad cow disease -and its human equivalent, Creutzfeldt-Jakob disease-, in the beginning was a particular illness, but at the end was a crisis spread throughout Europe.

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