En el año 2011, Oscar Fariña da a conocer El guacho Martín Fierro; mientras que en 2017, se publica Las aventuras de la China Iron, novela de Gabriela Cabezón Cámara. Ambos textos emergieron como reescrituras del clásico de José Hernández: Martín Fierro.
El mundo que construyen Oscar Fariña y Gabriela Cabezón Cámara tiene los visos del “mundo que parece amenazado por lo negro y lo violento, por el ruido furioso de lo que no es más que una tormenta de tantas que sacuden este río” (Cabezón Cámara, 2017, p. 15). El Martín Fierro de José Hernández retorna en Fariña y Cabezón Cámara en tanto reactualización que posibilita una convención entre las dos obras contemporáneas que se han publicado en la segunda década de los años dos mil.
En lo que se refiere a los presupuestos metodológicos que respaldan la argumentación, este artículo se propone realizar un cruce interdisciplinario entre los estudios literarios y la filosofía para, por un lado, conversar con la gran obra de José Hernández y, por el otro, para mostrar, también, la potencia que desde la literatura surge, como puerta de entrada, para la exégesis de las nociones de “pueblo”, “violencia” y “trabajo”.  
El vigor de las obras de Fariña y Cabezón Cámara radica en situarse en esa supuesta incomodidad, la de hacer emerger lo otro, el “pueblo” que construye su mismidad lejos de las presiones oficiales.

In 2011, Oscar Fariña released El guacho Martín Fierro; while in 2017, Las aventuras de la China Iron, Gabriela Cabezón Camara´s novel was published. Both texts emerged as rewritings of José Hernández´s classic: Martín Fierro.
The world that Oscar Fariña and Gabriela Cabezón Cámara build has the visions “of the world that appears threatened by blackness and violence , by the furious noise of what is nothing more than one storm of so many that shakes  this river” (Cabezón Cámara, 2017, p.15). José Hernández´s Martín Fierro returns in Fariña y Cabezón Cámara as an update that enables a conversation between the two contemporary in the second decade of the 2000s.
Methodologically, this paper aims to make an interdisciplinary cross between literary studies and philosophy to, on the one hand, converse with the great work of Hernández and, on the other, to show, also, the power that emerges from literature, as a gateway, for the exegesis of the notions of “people”, “violence” and “work”.
The vigor of the works of Fariña and Cabezón Cámara lies in placing oneself in that supposed disconform, that of making the other emerge, the “people” that builds its own self away from official pressure.