Es posible observar un fluido engranaje entre la política y la economía, una interdependencia mutua a la que hay que exigirle claridad en los propósitos, transparencia en los fines y concreción en los objetivos.

Todas las instituciones se encuentran afectadas por el fenómeno de la comunicación institucional, que es extensible tanto a empresas como a entidades públicas.

En este complejo mapa de intersecciones y desencuentros entre la política y la empresa la comunicación juega un protagonismo fundamental. Alimenta las controversias a la par que suaviza las diferencias, dependiendo de los casos y de la preponderancia del diálogo sobre la pelea. La comunicación debe estar tildada igualmente de un carácter estratégico que contribuya a la consecución de objetivos y que mejore la imagen resultante de las percepciones colectivas de los públicos, tanto internos como externos.

Es necesario el diseño de nuevas estrategias de comunicación político-empresariales para mejorar la convivencia y su eficacia.

It is possible to observe a mutual interdependence between politics and econonomy.

All institutions are affected by the phaenomenon of the institutional communication, present in enterprises and public entities.

In this complex map of intersections and disencounters between politics and enterprises, communication has a fundamental protagonism. It hardens controversies and softens the differences, according to the case. Communication must have anyway a strategic character that helps to fulfill the objectives and that improves the resulting image of the public collective perceptions, internal and external.

The design of new business- political communication strategies is necessary to improve the convivence and its efficacy.